Kermés o quermés: Verbena, fiesta, pachanga popular y benéfica.
Azotea: Cabeza, sesera, maceta, tatema, testa, coco.

10 oct 2010

Reflexiones de la mariposa


A Sara.
El otro día, platicando con Sara (que espero que algún día me considere su amigo) de cosas que ustedes no saben porque no les incumben, vimos una mariposa. Concluimos, no es más que una oruga con alas bonitas, cosa que la mayoría de la gente no observa. Me encanta reflexionar en compañía.
Yo he seguido dándole vueltas a la idea. Y es que esta idea es justo lo contrario de la imagen que se suele construir: una criatura horrible, rastrera (aunque las orugas propiamente no se arrastran: tienen patas: 3 pares, para ser exactos), que un día se encierra en sí misma y sale convertida en algo maravilloso, hermoso, y así cumple su destino. Una versión más elaborada del cuento del patito feo.
Es la belleza que aflora, el cambio por uno mismo, convertirse en algo diferente, nuevo, superior. Un destino inevitable y maravilloso. Una idea maravillosa, sin duda. Puedo ver el atractivo que tiene.
Pero también puedo ver la falsedad y el autoengaño que viven en esta interpretación equivocada de la metamorfosis. Los animales que tienen metamorfosis, como las mariposas o las ranas, tienen etapas en que su forma es diferente, pero hay una continuidad: siempre siguen siendo ellos mismos. Nunca se convierten en otra cosa.
En términos de desarrollo psicológico, el adolescente no es otra persona. Ni el adulto. Son el mismo en momentos diferentes. Como el río de Heráclito, que siempre es el mismo pero nunca es el mismo (siempre es diferente). Esto quiere decir que tenemos que vivir siempre con nosotros mismos, con nuestros aciertos y nuestros errores. No nos metemos en un capullo y se quedan fuera y renacemos más hermosos, libres de ellos.
Siempre vamos a ser la oruga que ha desarrollado alas. Por supuesto, tenemos que cambiar, hacernos alados. Perdonarnos y seguir adelante. Pero con nuevas ideas, aprendiendo de nuestros errores (y de nuestros aciertos). Ser, al mismo tiempo, pasado y presente: la oruga que persiste y las alas hermosas, nuevas. Pero nada de milagros de cuento de hadas.

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