En mi opinión, legalizarlas y regularlas como se hace con cualquier otra sustancia que haya en nuestros comercios: el alcohol, el tabaco, el café, el té, el chocolate, los antibióticos, los edulcorantes, el suero, el veneno contra ratas, el ácido muriático... ¿Por qué tenerlas en una consideración especial? No tiene sentido, ha hecho mucho daño y va en contra del derecho humano elemental a hacer con el propio cuerpo lo que a uno le da la gana.
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